Lance_Armstrong_-2009_Tour_of_California

Lance Armstrong – 2009 Tour of California © http://goo.gl/iaxQbY Bajo Licencia Creative Commons

 

El periodismo que se extingue es el que no puede o no quiere informar sobre asuntos de evidente interés público que involucran a ámbitos de poder

 

Dentro de múltiples aristas polémicas, la situación que expone la confesión de Armstrong, aporta buen material para percibir qué tipo de periodismo ya no le es útil a los lectores.

 

 

En los comentarios a una nota publicada por El País de Madrid el 18 de enero de 2013 (insertar vínculo) en la que se mencionaba el reclamo del periodismo deportivo por conocer la verdad, los lectores dudaron de los periodistas a quienes atribuían conocimiento cabal de lo que ocurría sin que lo hayan denunciado en su momento.

 

Comentario 1: “Lo bueno de esto es que se empiece a limpiar un deporte podrido hasta la médula. Lo malo es que ya no se puede confiar en nadie… ¿se dopaban todos? ¿Se dopaba Indurain? ¿Todo ganador de un tour lo gana dopándose?”

 

Comentario 2: “¿La prensa deportiva? ¿La especializada en ciclismo? ¿La misma que durante años y años ha negado que hubiera un dopaje generalizado en su deporte? ¿La misma que cuando surgía un caso de dopaje en el ciclismo lo único que decía es eso de “que miren en el fútbol, que seguro que ahí hay doping”? ¡Qué credibilidad puede tener la prensa especializada en ciclismo, que ha sido la principal cómplice de todos estos tramposos!”

 

El conjunto de los medios conocía los mecanismos de corrupción en el deporte, pero no pudo o no supo o no quiso informarlo. De hecho permitió que sectores mayoritarios del público y la sociedad creyeran que todo iba de maravillas.

 

El modelo periodístico que confía en gatekeepers que no pueden, no saben o no se atreven a desafiar al poder, está siendo desplazado por iniciativas de lectores que generan circuitos y agrupamientos en los cuales no son necesariamente los periodistas los principales prescriptores. En el periodismo post-industrial, los lectores-usuarios empiezan a fijar sus condiciones.

 

Al buscar prescriptores cercanos, conocidos, o conocidos de conocidos en los cuales depositar su credibilidad, los usuarios revelan confiar en que la inteligencia colectiva se equivoque menos.

 

Cuando el público –o parte de él- sabe más que los medios, y sabe que lo sabe, el periodismo de los medios tradicionales está en problemas.

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