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Diarios y lectores tras la implosión del interés común
Abstract
La implosión del interés general en los 70 impactó en el sistema mediático de los 80 y condujo a la emergencia del marketing de medios que orientó el rediseño de los grandes diarios del mundo en los noventa. Clarín parece un ejemplo de buen manejo de esa crisis, con modificaciones cruciales de su propuesta enunciativa sin mengua significativa del lectorado (no mayor que la registrada por los soportes concurrentes en el segmento de diarios multi-target). A partir de comparar la portada de Clarín 1991 (antes de empezar el rediseño) y la de 2007, este trabajo se propone dar cuenta de algunos cambios en la posición del enunciador entre las dos series consideradas.
I – Fundamentación y marco teórico
Nacidos hace más de un siglo y medio, los grandes diarios son hijos de la urbanización radical, la segunda revolución industrial y la conformación de la sociedad democrática. Los cambios abiertos por la década de 1970 se constituyeron en un tramo complejo del itinerario. Desarrollaré brevemente tres aspectos que importan para este trabajo:
a) La implosión del interés general. “Las sociedades modernas se sustentaban en grandes medios que llegaban a casi toda la sociedad (que compartía) un pool de información (…) La implosión del interés general que empezó en los 70 (es) en realidad la implosión del conocimiento común y la potenciación de los nichos, no solamente como estructuras de mercado sino como estructuras de creencias, estructuras ideológicas y de comportamiento social que tienen un paralelo con los barrios privados, las comunidades cerradas”. Para Pablo Boczkowski (2006), los “procesos sociales macro a los que los medios contribuyen y al mismo tiempo responden”, preceden al cambio tecnológico.
b) Reformulación del contrato de lectura “iluminista”. Para Estela Zalba no hay una crisis de la lectura sino de la modalidad iluminista de leer. Lo que parece agotarse es el “contrato de lectura del libro y del texto impreso en general (acuñado) durante la modernidad en que las modalidades de producción y de lectura estaban vinculadas al formato impreso: a) predominio del esquema perceptual “visual- lineal” que traía aparejado la decodificación lingüístico-escritural como puerta de acceso a los contenidos discursivos; y b) necesidad de un proceso de lectura “progresivo”, impuesto por la organización -lógica (plan textual) de los contenidos discursivos, subsidiaria de la estructuración lingüístico verbal secuencial y su diagramación gráfico-espacial” (Zalba, 2004).
c) La dicotomía contenido – lector superada por la semiótica discursiva. Mientras el análisis de los soportes de prensa se enfocaba alternativamente en el lector o los contenidos, se dificultaba la posibilidad de establecer estrategias redaccionales diversificadas. La superación de la dicotomía contenido – lector llegó cuando “de la semiótica del signo se pasó a la semiótica discursiva. El enunciado se había ampliado, pero la comunicación de masas exigía dar cuenta, asimismo, del ámbito de la enunciación (…) Se trata de estudiar no sólo signos, ni tan siquiera discursos, sino los procesos de producción, circulación y consumo de la información” (Miquel Rodrigo Alsina, 1989, p. 24-25).
El contrato de lectura, es decir el conjunto de reglas que definen al producto, implica no sólo el contenido, ni sólo la información sobre el lector, sino todos los aspectos de la construcción de un soporte de prensa: Coberturas, relaciones texto/imagen, modo de clasificación del material redactado, dispositivos de ‘apelación’ (títulos, subtítulos, copetes, etc.), modalidades de construcción de las imágenes, tipos de recorrido propuestos al lector (por ejemplo: cobertura, índice de temas, artículos, etc.), modalidades de compaginación y demás dimensiones que puedan contribuir a definir la especificidad de los modos que asuma la conexión entre el soporte y su lector (Verón, 2004, p. 171 – 183).
El diario Clarín logró establecer un contrato de lectura largamente aceptado por sus lectores entre 1945 y 1991, cuando, como otros grandes diarios del mundo, decidió reformular el contrato de lectura. Roberto Guareschi, Editor general del diario entre 1990 y 2003, en entrevista realizada para este trabajo, indicó que su modelo al empezar el rediseño, “era el propio Clarín, un diario popular que quería ser serio (y) al que le faltaba rigor, precisión, calidad periodística y de diseño. El Clarín viejo era un poquito chabacano. Incluso había quienes pensaban que el diario marchaba porque no era tan bueno. Nuestra apuesta fue –por el contrario- a que la calidad potencia la lectoría. Se puede hacer un diario popular de calidad. Claro que no con el diseño del Wall Street Journal, pero sí con el diseño de Clarín o The Guardian” (Roberto Guareschi, 2007).
Para Verón, “el éxito de un soporte de la prensa escrita se mide por su capacidad de: proponer un contrato que se articule correctamente a las expectativas, motivaciones, intereses y a los contenidos del imaginario de lo decible visual; hacer evolucionar su contrato de lectura de modo de ‘seguir’ la evolución socio cultural de los lectores preservando el nexo; modificar su contrato de lectura si la situación lo exige, haciéndolo de una manera coherente” (clase teórica).
El rediseño de Clarín fue progresivo a lo largo de 7 años (1992-99), aunque los cambios continuaron después de 1999. Este trabajo analizará la portada, punto crucial del contacto del soporte con el lector. Se compararán dos series: 7 portadas de junio de 1991 y 7 de la misma semana de junio de 2007, con el objeto de constatar algunos cambios en la estrategia discursiva.
II – Descripción: invariantes y variaciones
Serie 1991: Lunes 10 de junio a domingo 16 – Serie 2007: Lunes 11 de junio a domingo 17 (ver anexo).
Invariantes – Hay pocas permanencias en la propuesta enunciativa de Clarín de 2007 respecto a la de 1991, pero precisamente por eso son significativas:
1. Las noticias de tapa siguen siendo preponderantemente locales. El enunciador de 2007, como el de 1991 sugiere un destinatario no demandante de información internacional, cuyo consumo exige un background previo propio de sectores ilustrados. Un sondeo francés de 2003 parece dar la razón a la propuesta enunciativa de Clarín: el sondeo revelaba que para informarse en profundidad sobre una noticia internacional, los lectores preferían la TV (57%) y en segundo término la prensa gráfica (24%), pero cuando se trata de noticias locales, el porcentaje bajaba a 29% en la TV y aumentaba a 50% para la prensa (www.diplomatie.gouv.fr).
2. Importancia de la imagen. En 1991 la foto constituía un 25 por ciento de la portada. Actualmente, sobre 11 elementos de tapa, cuatro, y hasta cinco son imágenes, que a diferencia de 1991 no son sólo fotos, sino también infográficos o promociones de productos de Clarín. La imagen aumentó su participación en cantidad de elementos y en superficie. Es una portada más visual.
3. El carácter de diario multi-target se evidencia en el énfasis de la imagen y los títulos (de 1991 y 2007) en la masividad del tema o del personaje involucrado. Las noticias de portada “tocan” emocional, económica, política o socialmente al lector.
4. Omnipresencia del tema deportivo. Cinco de las ocho fotos de la serie 1991 corresponden a Deportes. En cuatro de las 7 portadas de 2007 hay fotos deportivas, pero en todas ellas, al menos uno de los títulos corresponde a alguna actividad deportiva. Ningún tema como el deportivo (en particular el fútbol) para ganar al enunciatario masculino (aunque no exclusivamente), quien seguiría siendo, según la perspectiva enunciativa, el que toma las decisiones sobre qué diario se compra en la casa.
5. El lenguaje empleado en la titulación de tapa conserva el estilo directo, informativo, no connotativo.
Variaciones
1. Color. Es un nuevo elemento gravitante del proceso de rediseño.
2. Logo. Cambios notorios en el logo. La tipografía es la misma pero está expandida. En 1991 el logo ocupaba 7,5 cm. x 2,3 cm.; en 2007 ocupa 15 cm. x 3,5 cm. Es decir que de 17,25 cm. cuadrados, la superficie ocupada por el logo pasó a 52,5 cm. cuadrados, multiplicándose por más de tres. El logo perdió la leyenda “Diario de la mañana” que sí tenía en 1991.
3. La leyenda “Un toque de atención para la solución argentina de los problemas argentinos”, que en 1991 se ubicaba debajo del logo, en el interior de una cinta ondulada, en la serie de 2007 ocupa la derecha de la figura humana en un cuerpo de letra mayúscula muy pequeño, sin cinta ondulada.
4. Los domingos, el logo se inscribe en una gran banda roja.
5. Estructura. El segmento superior del diario, donde se encuentra el logo, aparece totalmente ocupada, sin los blancos de 1991 a ambos lados del logo. En 2007 el logo aparece volcado sobre el segmento superior izquierdo, mientras que en 1991 estaba centrado. Los domingos, el logo baja un nivel y la banda roja del logo aparece por debajo de una franja que contiene noticias, y que los demás días aparece por debajo del logo.
6. Esa segunda franja inmediatamente inferior a la del logo se divide en dos celdillas destinadas a noticias secundarias o a promocionar productos semanales o de compra opcional.
7. El tercer y el cuarto segmento, son los centrales: hay dos maquetas posibles, o bien en el tercero va el título principal y en el cuarto la foto, o viceversa, en el tercero la foto y en el cuarto el título principal.
8. Los elementos de la tapa se multiplicaron por más del doble. En 1991 eran cuatro, en 2007 son 11.
9. Cambios tipográficos: cambia la tipografía y la concepción tipográfica, por ejemplo en la utilización de diferentes cuerpos de letras en la misma titulación. Incluso se subraya una parte del título con color rojo.
10. Títulos. En 1991, las portadas tenían 4 títulos desplegados en un espacio relativamente similar. Los títulos competían entre sí por su cuerpo y ubicación espacial. Uno de los títulos correspondía a la foto. En todos los casos tiene entre dos y tres líneas. El enunciador de 1991 sugería un destinatario para el cual los cuatro temas eran igualmente relevantes. En 2007, el título principal está absolutamente definido y la titulación apunta a un lectorado diversificado.
11. Elementos de segunda lectura. En 2007 hay un mayor cuidado de la forma: se registra una búsqueda de la precisión del tema en cada segmento. Todos los títulos tienen una bajada que los explicita. El lenguaje es sencillo, directo.
12. En 1991, en cuatro de las siete portadas (10, 12, 14, 16) se utiliza un recuadro gris con el texto en diapo, y cierta inclinación que altera el equilibrio de la página. En 2007 los recuadros y distintas formas gráficas de llamar la atención del lector se multiplican. Un círculo azul de borde rojo (colores de San Lorenzo) impreso sobre la foto principal (lunes 11), anuncia un “suplemento especial” en el “Deportivo” de ese día. Un 80% en grandes caracteres rojos complementa la información sobre el ballottage e indica el porcentaje que caerá el gasto en propaganda en ese tramo de la campaña electoral.
13. Imagen. En 1991 las imágenes se reducen a fotos en la portada. Siempre una foto ocupa proporcionalmente 25% de la portada, con excepción del 11, que hay dos. En un solo caso la foto no está ocupada por un “famoso”: una pareja que ganó el Quini 6, con un millón de dólares. La foto en pose de la pareja sugiere felicidad y la promesa de que el lector-destinatario conocerá la intimidad de los afortunados. En dos oportunidades (14 y 16) las fotos se vinculan a las drogas. Caso 1: “Complicada liberación de Savignon Belgrano”, y una bajada: “un juez dispuso su libertad y después otro pidió su captura; ahora está prófugo”. La imagen lo muestra saliendo excarcelado de “Drogas Peligrosas”. No hay pose, sino un fotógrafo que esperó pacientemente a que el “liberado” y “ahora prófugo” saliera de la prisión. Los anteojos negros y la actitud sospechosa del personaje, sumado a la leyenda, las contradicciones en el poder judicial, varios términos pesados: “drogas peligrosas”, “prófugo”, “está escondido” y “podría ser asesinado”, muestra un enunciador que subraya cosas muy raras. En el segundo caso (16), la foto destaca a gendarmes de “una fuerza especial antidrogas” en la frontera de Salta con Bolivia. “En julio comenzará a operar una base especial de fuerzas antinarcóticos, con 600 hombres, tres helicópteros, seis aviones y un radar de última generación”.
14. Como en el caso de la pareja del Quini 6, el enunciador se involucra, subraya o sugiere el sesgo desde donde se debe leer. En las ocho fotos consideradas de 1991 hay una “cierta mirada” sugerida por el enunciador que construye un enunciatario motivado por el deporte, que se distancia de las “cosas raras” y se conmueve con una representación militar nacional que desfila en el país más importante del mundo en celebración de una victoria militar.
15. La portada de 2007 tiene más imágenes. Sigue presentando una gran foto de tapa, pero incorpora tres y a veces cuatro imágenes noticiosas o promocionales de productos del diario. Cada día, la portada se construye con 4 o 5 imágenes.
16. En los ejemplares relevados de 2007, los dos únicos casos (11 y 14) en que la foto ocupa el tercer segmento corresponden a fútbol y en los dos casos a equipos que van en la punta de los respectivos torneos. Y en ambos casos, el título principal corresponde a la foto.
17. En cinco de las 7 portadas de 2007 hay títulos policiales y en seis sobre sociedad. Cuatro sobre 7 presentan títulos de Espectáculos.
18. Tres productos de Clarín presentan en 2007 un despliegue que no se otorga a los demás: la revista EñeVIVA, para su producto “La ruta de la suerte”. (compra opcional) tiene los sábados un recuadro importante donde aparece su portada y sus principales temas, el Suplemento Espectáculos y el sábado y domingo, la revista
A Clarín se lo caracteriza como diario de referencia, para distinguirlo de los diarios de pertenencia. Entre los lectores de diarios, el de Clarín es el más satisfecho con su producto. Según estudio de Navarro y Asociados (1997), “entre los consumidores de matutinos nacionales, los lectores deClarín son los que presentan menor porcentaje de compra de un segundo diario. Es decir que el producto satisface la mayor parte de las demandas que tiene su propio público. Al detallar los otros segundos periódicos que acompañan a la compra de Clarín, los complementos en orden de importancia son los siguientes (sobre un total 100 por ciento): La Nación (40%), Página/12 (18%), Crónica (13), Ámbito Financiero(8%), Olé (8%) y otros (12%) (Miceli – Belinche, 2002, p. 181)
III – Síntesis y conclusiones
1. Aunque sean escasas, hay permanencias y eso dice bastante sobre la profundidad del rediseño. Se refieren a la predominancia de las noticias locales y a lo masivo (principalmente deportivo) en la portada, a la utilización de la imagen, que en 2007 se acentúa al incluir, además de fotos, infografías y gráficos. El carácter de diario multitarget de referencia permanece en la selección de temas que no requiere o requiere poca explicación y desde la cual el enunciador construye un enunciatario involucrado.
2. La incorporación del color abrió su profusa utilización en la portada.
3. En segundo término hay modificaciones en el logo, un movimiento que las marcas no hacen a menudo. El logo no cambió su esencia, pero sí el tamaño, su posición en la página y reorganizó algunos de sus elementos secundarios.
4. En 2007 hay más títulos y una clara diferenciación entre el principal y los secundarios; en 2007 son 11 noticias en lugar de las 4 de 1991. El enunciador dispersa y segmenta el foco de lo destacable y abre un abanico de opciones temáticas, léxicas, y gráficas. La nueva propuesta enunciativa clasifica (El País, El Mundo, Policiales, Sociedad, etc.), jerarquiza (mediante el cuerpo del título, o su ubicación) o despliega (un mismo título que se abre en subtemas (lunes 11): San Lorenzo campeón, foto y título y debajo, la trayectoria del Club y la del técnico, Ramón Díaz en una infografía).
5. Segmentación temática: se agregan 7 títulos a los cuatro de 1991 totalizan 11 noticias cada día. Difícilmente algo importante quede fuera de la portada. Es una primera forma de segmentar.
6. Segmentación léxica: El enunciador es más preciso en los títulos. Lo específico sustituye a la generalización. El enunciador se ubica en mayor sintonía con un lector que destina menos tiempo a leer el diario. Pero construye un enunciatario diversificado, que puede poseer más o menos background para comprender el título. Es otra forma de segmentar y la propuesta enunciativa apunta a abarcar a toda la gama.
7. Segmentación gráfica: hay nuevos elementos tipográficos, recuadros, color alternado con el blanco y negro, imágenes secundarias acompañando la imagen principal. Ante un destinatario que “flashea”, el enunciador introduce señales tipográficas llamativas en cada título. Una portada con tantos elementos llamativos quizá pueda molestar a quienes buscan diseños más calmos y serenos. Pero es evidente que el enunciatario construido por el enunciador “flashea” y se siente cómodo en una portada expresiva donde lo emocional lo “toca” desde uno o más temas de la selección.
8. Estructura: como consecuencia de la presencia de más títulos o acentos de tapa, hay una presencia mayor de los suplementos y productos especiales que edita el diario, que son bastante más que en 1991, otra forma de segmentación que excede el objeto de este trabajo.
9. La titulación apela a diversos elementos de énfasis: tipográficos, recuadros, color alternado con el blanco y negro, imágenes secundarias, nunca menos de tres ni más de cuatro, acompañando la foto de tapa. Las imágenes secundarias no son siempre caras de personajes, sino que pueden ser infográficos (el pronóstico del tiempo para un fin de semana largo (sábado 16); la marcha anual del PBI desacelerándose (15).
10. La propuesta enunciativa debió incorporar en la marcha (1996) a Clarín.com, que no existía en 1991 y que en 2007 se percibe en la portada impresa a través del relanzamiento del suplemento económico que sugiere lo digital desde el título (iEco) y de la estructura de opción múltiple, con imágenes, títulos, manchas de color y elementos de lectura secundaria que presenta cierta similitud con las estrategias de la portada on line para captar la mirada flash. Se sugiere un enunciatario que navega y recorre el espacio en un nuevo orden de lectura.
11. En un análisis sobre “la marcha del concepto de Riesgo País argentino según Clarín.com”, el lingüista Carlos Scolari advirtió cómo, de tener escasas menciones en la prensa hasta 1999, el Riesgo País tuvo 34 menciones en 2000, y 193 en 2001, hasta que en marzo, pasó a figurar diariamente en la portada de Clarín.com., como la cotización del dólar y el estado del tiempo. “En otras palabras, podría decirse que en esta fase se construye al enunciatario del RP: el ciudadano ‘medio’, el lector de Clarín.com que posee sólo algunos conocimientos financieros básicos –que le han permitido sobrevivir en una economía hostil- pero que no incluye en su enciclopedia (Eco, 1981) el concepto de RP” (Scolari, 2007).
12. Podrían encontrarse múltiples ejemplos para ilustrar la forma en que la página web de Clarín participa en la propuesta enunciativa. Si bien esta monografía aborda la portada impresa de Clarín, no puede dejar de constatar que en 2007, el enunciatario ya no se construye exclusivamente desde el diario analógico.
En resumen:
La propuesta enunciativa delinea un enunciatario heterogéneo, que se ha segmentado y cuya vida se organiza en un ambiente audiovisual donde acaba de aterrizar el hipertexto. Esta modificación radical del dispositivo no sólo reorganiza la escritura y la lectura en base no secuencial, sino que acopla lo audiovisual al soporte digital de la marca Clarín. La complejidad se ha dialectizado, porque si bien es cierto que el enunciador debe construir un enunciatario más complejo que en 1991, también es verdad que el enunciador de 1991 no contaba con la herramienta digital de la que sí dispone el de 2007.
Se confirma entonces el marco teórico que este trabajo fijó como punto de partida, acerca de que los grandes diarios están desde los noventa en busca de un lector cuya lógica, sometida a un universo multimediático de información redundante, se disocia cada vez más de la lógica enunciativa de un soporte de prensa. Pero por otro lado, precisamente por contar con herramientas multimediales, mediante las que puede, desde el medio digital complementar las noticias del diario impreso el día siguiente, el enunciador de 2007 está en condiciones de neutralizar e incluso de hacer jugar a su favor, la rica diversidad del herramental digital. No todas las nuevas condiciones juegan en contra de la enunciación, a menos que se equivoque el rumbo y se transforme en una disputa de soportes lo que es a todas luces convergencia debajo del paraguas de la marca.
Hay una especificidad y precisión mayor en los títulos que evidencia un mayor trabajo sobre la noticia y un tratamiento especial de la comunicación desde la portada. Una noticia secundaria del sábado 16 indica que “Para Macri, Blumberg debe dar explicaciones” lo acompaña una bajada: “Es por la polémica sobre su título. Ayer, allegados a Blumberg confirmaron que no es ingeniero”. Un cintillo agrega: “Toma distancia”. Y un recuadro dentro de la misma titulación dice: “No seré candidato a presidente”. En esa forma de titular se advierten varios destinatarios invocados en forma simultánea (la segmentación en función de la diferencia de background): aquel al que se atribuye información previa como para poder entender qué quiere decir que Macri “toma distancia”, así como el que entiende por qué Macri debió salir a explicitar que “No seré candidato a presidente”, mientras está en plena campaña para Jefe de Gobierno de la Capital Federal. La misma información, también contempla al destinatario incapaz de descifrar por qué Macri le exige a Blumberg que dé explicaciones, por lo cual el enunciador explica: “Es por la polémica sobre su título…”
Esa preocupación no se establece sólo desde lo redaccional, sino también desde el diseño en su dimensión tipográfica. En este ejemplo de Macri – Bloomberg, la técnica enunciativa consistente en atribuir cierto saber al destinatario (al construirlo como más o menos ‘informado’ y capaz de identificar alusiones) está jugada con ambivalencia por el enunciador, ya que hasta cierto nivel alude y connota para quienes poseen background, pero al mismo tiempo explicita y desmenuza. En cualquiera de los casos, el enunciador explica, desgrana y abre la información en forma mucho más explícita que en 1991.
La entrevista ya citada a Guareschi confirmó lo observado y permitió una aproximación sincrónica al escenario en que se inició la reformulación: “la gente nos devolvía que éramos como el obelisco, como el mate”. Una identificación de ese nivel implicaba una recepción con “cierta neutralidad” y requería un fuerte trabajo en la enunciación. “Decidimos avanzar por el lado de la calidad” a través de “un lenguaje más limpio y original y a la vez, expresivo. Se erradicaron los clisés y se mantuvo el registro de cada sección –Deportes, Policiales, etc.- sin la uniformidad del New York Times, por ejemplo. En la tapa se articularon los distintos elementos –títulos, volanta, bajadas, epígrafes- para trasmitir orden y expresividad; escritura cuidadosa y espontaneidad, cierta oralidad”.
¿Y qué lector tenían en la cabeza?
“El lector necesitaba un diario que fuera más adentro de la noticia de lo que iba la TV, debía entenderla en el diario. El concepto se utiliza en el periodismo norteamericano –Explanatory journalist- y consiste en utilizar todos los recursos para explicar. Cuando apareció la teoría del “big bang”, fue título principal y ocupó la mitad de la tapa. Le dábamos reconocimiento a la importancia de lo científico en la sociedad” (Guareschi, 2007).
Todo indica que enunciador y enunciatario se han complejizado. No es fácil coincidir con la cita de Martín Serrano (Alsina, p. 45), en el efecto “negativo que sobre la audiencia de los medios impresos ha tenido la generalización de los medios audiovisuales (que puede medirse) en términos de las tasas mínimas de información que un grupo social necesita manejar para desenvolverse en sus relaciones cotidianas”. Más bien parece lo contrario, que el enunciatario quizá lea menos en el sentido iluminista, pero maneja tasas de información cada vez más globales que absorbe por diferentes vías y formatos. La tarea del enunciador 2007 consiste precisamente en encontrar la vuelta a un universo segmentado e insertarse con sagacidad en un mix de medios en mutación. La generalización de Serrano, citada desde la coincidencia por Alsina en 1989, demuestra que 18 años en materia de análisis de medios es hoy demasiado tiempo.
NOTAS
Alsina, Miquel Rodrigo (1989) – La construcción de la noticia, Paidós, Barcelona.
Boczkowski, Pablo (2006) – Entrevista en www.Educa.ar, abril.
Boczkowski, Pablo (2006) – Digitalizar las noticias, Manantial, Buenos Aires.
Guareschi, Roberto (2007) – Entrevista del autor, 10 de julio. Incorporada como anexo.
Miceli, Walter – Belinche, Marcelo (2002) – Los procesos de edición periodística en los medios gráficos. Facultad de Periodismo y Comunicación Social Universidad Nal. de La Plata, provincia de Buenos Aires.
Scolari, Carlos (2004) – Hacer clic. Hacia una sociosemiótica de las interacciones digitales, Gedisa, Barcelona.
Scolari, Carlos (2007) – TELOS, N. 70, enero – marzo 2007 – El año que vivimos en peligro, la larga marcha del Riesgo País argentino según el diario Clarín.com
Verón, Eliseo (2004) – Fragmentos de un tejido, Gedisa, Barcelona
Verón, Eliseo (1999) – Esto no es un libro, Gedisa, Barcelona (citado por Estela Zalba)
Zalba, Estela (2004) – ¿Lectores o consumidores?: los pactos de lectura con el texto escrito en el marco de una cultura audiovisual www.periodismo.uchile.cl/encuentroconosur/ponencias/2/2b_estelazalba.html
ANEXOS
1: Entrevista a Roberto Guareschi
2: Serie de 7 portadas de la semana del 10 al 16 de junio de 1991; serie de 7 portadas de la semana del 11 al 17 de junio de 2007.
Buenos Aires, 16 de julio, 2007
Maestría en Periodismo 2007
Grupo Clarín – Universidad San Andrés
Seminario: Medios y Cultura mediática
Profesor Eliseo Verón