Sin los medios no lograríamos la conmoción universal que produce un texto –en este caso fotográfico- que nos interpela y vulnera nuestras defensas.
Cuando alguien le diga que el periodismo se va a extinguir, sólo porque hay cosas que se hacían y que han dejado de hacerse, le pido que recuerde que son los medios, todos los medios –los que usted consume y los que no- los que nos permiten hacernos una idea del mundo, intervenir en él y eventualmente hacer algo para mejorarlo, si cabe.
Es gracias a los medios y a la investigación periodística, que Aylan Kurdi, dejó de ser un chico anónimo de tres años, que perdió la vida en costas de Turquía. En un planeta superpoblado por más de siete mil millones de seres, su imagen estremeció la conciencia, no ya de Europa, como dice El País de Madrid, sino del mundo entero.
Me gustaría que Iberoamérica dejara de considerar a las migraciones como un problema exclusivamente europeo. Nuestros gobiernos, siempre enredados en asuntos comarcales de escasa monta y nula influencia extrarregional, deberían asumir de una vez por todas el rol de países que aspiren a tener algún peso en el mundo.