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Cambios en el discurso de la información a partir de las hipermediaciones

Resumen

La hipermediación permitió a minorías importantes del público reconfigurar su vínculo con los medios. La fragmentación del texto en la agregación, elkeywording o el hashtag, modifica el discurso de la información; la noticia deja de ser la unidad informativa; la agenda pública se establece en nuevas condiciones. Incluso el interés de una noticia puede reactualizarse varios años después de emitida, a partir de la naturaleza aleatoria de las bases de datos, que a su vez generan una nueva relación con el conocimiento. Estas reconfiguraciones están gestando nuevas condiciones en la producción, distribución y consumo de los medios digitales. El estudio comparado de dos concurrentes como el New York Times y el Huffington Post, revela sus respectivas diferencias en la gestión hipermediadora, y algunas tensiones que parecen superar el repertorio de respuestas del periodismo clásico. Se asemejan sin embargo, en las respuestas centralizadas a la presión de sus respectivas audiencias.

I – Introducción – El nuevo poder de los usuarios

La introducción de nuevos dispositivos suele provocar resistencias que se manifiestan en transiciones conflictivas, que en realidad expresan diferencias entre los intereses en juego.

Si bien fue la hipermediación lo que desató el ciclo de la crisis en la industria discográfica, el hilo conductor fue la búsqueda de una racionalidad que armonizara mejor los intereses de la industria, los creadores y el público. El surgimiento de Napster en 2001 fue precedido por el malestar que provocaban las prácticas de una industria poco dispuesta a conceder. La intuición de dos jóvenes en un garaje sacó partido de la facilidad para reproducir, compartir y distribuir contenidos, y millones de usuarios alentaron y protagonizaron el primer éxito del peering. El desfase terminó con la desaparición de Napster, pero también con las prácticas oligopólicas, e inauguró una nueva racionalidad que parece satisfacer a todas las partes.

Los medios crean a sus públicos y estos a su vez inciden en los cambios discursivos. Si el broadcasting creó el televidente de telenoticiero al llegar del trabajo, y el diario impreso el lector de noticias en el desayuno, el streaming y los diarios digitales, introducen nuevas lógicas de consumo sin horarios ni aparatos predeterminados (ver anexo: investigación de Read it later sobre 100 millones de archivos).

El público siempre ha tenido algo que decir y suele completar las novedades tecnológicas. Jacques Perriault recordaba que “el proyecto de Graham Bell y la motivación de Thomas Edison” para desarrollar el teléfono era “facilitar la comunicación con los sordos” (Perriault, 153). También los fabricantes de celulares se preguntaban si incorporar el mensaje de texto como una función de la telefonía móvil: ¿para qué querrían los usuarios intercambiar texto escrito si pueden hablar?

Ambas innovaciones se sometieron al proceso sociotécnico en medio del cual los usuarios modificaron el sentido inicial. No existe un significado del enfoque sociotécnico a priori, y por tanto “no puede encontrarse dentro del mismo artefacto (…) Un artefacto tecnológico no es auto-explicativo, no tiene razones internas, inmanentes o intrínsecas que lo expliquen por sí mismo más allá de sus interrelaciones sociales, técnicas, económicas, políticas que lo constituyen históricamente” (Ariel Vercelli, 16).

El epílogo de la crisis discográfica revela que los usuarios no reivindicaban el “todo gratis” sino modelos de consumo razonables. Y demostraron capacidad para imponer sus condiciones. “¿Internet democratiza la información y da poder a los usuarios?”, se preguntaba George Landow: “Creo que la respuesta obvia es sí” (Landow, 401).

II – El hipertexto como tercera interfaz de la historia

La humanidad ha tenido sólo dos tipos de interfaz desde que comenzó la escritura, hace cinco mil años. La interfaz refiere a una abstracción que define la zona de contacto entre dos sistemas: por ejemplo, las operativas internas de un artefacto, con las metodologías de comunicación externas. Puede establecer formas de comunicación entre un actor humano y un actante técnico. En este caso, las funciones que permiten accionar los mecanismos por los cuales un lector procesa los documentos a través de una computadora, se realizan mediante íconos y controles que se despliegan en la pantalla.

La primera interfaz de la historia permitió desplegar el texto de arriba hacia abajo en dos tipos de superficie que coexistieron en el tiempo, hace unos 3000 años (tableta de arcilla, y rollos de papiro).

El primer cambio ocurrió con la escritura sobre piel de res, en 100 a. C. La novedad significativa no fue la superficie, sino la interfaz (segunda de la historia), que por primera vez permitía desplegar el texto en “hojas” sucesivas agrupadas por algún tipo de material (hilo o tiento) que permitía la modalidad del hojeo, que se mantuvo hasta nuestros días, en superficies de papel.

La nueva interfaz hipertextual difumina los límites entre autor y lector y permite alterar el texto mediante añadidos, recortes, subrayados o quitas, y hasta reinstalarlo parcialmente en nuevos contextos que modifiquen su sentido inicial.

Ya puede imaginarse con Landow “un futuro no tan lejano (en que) todos los textos individuales se conectarán electrónicamente formando así metatextos y metametatextos de un género sólo parcialmente imaginable hoy” (Landow, 102)

III – Reconfiguración del texto y una nueva relación con el conocimiento

El texto ya no es cerrado, ni autónomo, ni su sentido conferido unilateralmente por el autor. Se modificaron las condiciones de producción, circulación, distribución y consumo, desde que el hipertexto habilita al usuario a seccionar, fragmentar, o remixar y reinstalar los textos en nuevos contextos con consecuencias difíciles de prever.

La era del keywording, la folksonomía y el hashtag, implanta desplazamientos multidireccionales que pueden comenzar y terminar en cualquier parte e incluso reactualizarse y recobrar interés años después de originados, gracias a la lógica aleatoria de las bases de datos. Ocurrió en El País de Madrid el 30 de noviembre de 2011 con una noticia de 2005 que se ubicó como la más leída del día.

La abrupta reactualización de la noticia titulada “El PP lleva un experto al Senado que afirma que ser gay es una enfermedad”, levantó suspicacias de lectores que se preguntaron si el diario manipulaba sus archivos. La inédita situación llevó a los directivos a explicarse velozmente, incluso porque cabía la posibilidad de el diario pudiera ser objeto de una manipulación, como señaló el responsable de desarrollos digitales, Gumersindo Lafuente.

El experto Adrián Segovia (Blogger de El País) lo atribuyó a “la viralidad de la red”:

“En la mañana del miércoles 30, la noticia aun no tenía un volumen suficiente como para alcanzar la cima de lo más visto en el día. Alrededor de las 12 pm y tras detectar la eventualidad, la noticia recibía más de 1.000 difusiones en Twitter y cerca de 20 mil recomendaciones en Facebook (…) Unas horas más tarde, y con la noticia ya residiendo en el módulo de lo más visto, nos encontramos con cerca de 97.000 recomendaciones en Facebook y más de 3 mil envíos a Twitter a través de nuestra web. De modo que Facebook, Twitter y Tuenti, aportaban más del 61 por ciento del tráfico de la noticia. Y a la mañana siguiente, las tres plataformas aportaban más del 80 por ciento de la audiencia de esta noticia” (Estrategia Digital, El País, 30 de noviembre, 2011).

Esta situación no hubiera sido posible sin las bases de datos, nuevas formas de almacenamiento y organización de los materiales que introducen una nueva relación con el conocimiento. Según Pierre Lévy, durante la oralidad “el saber práctico era encarnado por la comunidad viva”, pero al surgir la escritura la transmisión pasó al libro (los textos sagrados). Con la imprenta de tipos móviles fue el turno del sabio y el saber ya no fue más transmitido por el libro sino por la biblioteca, cuyo emblema fue L’Encyclopédie y su red de remisiones, tal vez ya insuflado por el hipertexto”. La desterritorialización actual de la biblioteca, “tal vez no sea más que el preludio de la aparición de un cuarto tipo de relación con el conocimiento (…) el saber podría ser nuevamente transmitido por las colectividades humanas vivas, y no más por soportes separados proporcionados por intérpretes o sabios” (Lévy, 163-164).

Según Landow “uno de los principales efectos del hipertexto electrónico es la forma en que cuestiona las nociones convencionales de maestro, de estudiante y de la institución en que se desenvuelven. Afecta a las funciones del maestro y del estudiante de la misma manera que afecta a las del lector y a las del escritor” (Landow, 339), o las de usuario y periodista, podría agregarse.

En esa sintonía, el diario canadiense Calgary Herald acaba de proponer a sus lectores acreditarse como fuentes con conocimiento en cualquier área para ser contactados por los periodistas del diario. El crowdsourcing o “periodismo colectivo consiste en recurrir a un gran grupo de personas para realizar una tarea que normalmente es hecha por un solo individuo. Se ha convertido en un modo popular de incorporar a los ciudadanos al proceso noticioso y ayudar a los periodistas a hacer un mejor trabajo” (Knight Center for Journalism, 2 de febrero, 2012)

La profesión se reconfigura y algunos medios intentan adaptarse a las formas colectivas que los usuarios descubrieron intuitivamente en las redes sociales. El tipo de racionalidad buscada por los nuevos lectores parece desplazarse de las modalidades centralizadas y verticales de la sociedad industrial a las formas reticulares y virales inauguradas por la hipermediación.

 IV – Los lectores de diarios también buscan su nueva racionalidad

¿Qué tipo de racionalidad buscan los usuarios de diarios digitales? En casi dos décadas de ciberperiodismo, la pujanza de los usuarios se manifiesta sobre todo en la agregación. Las modificaciones discursivas afectan parcialmente la fase de generación informativa, pero todavía no, la de elaboración y jerarquización, ya que los medios abren los comentarios cuando el artículo está terminado. De ahí que las mayores transformaciones se procesen en los medios personales y las redes sociales.

Las sucesivas reconfiguraciones mediáticas indican que el lector/usuario es parte de la solución, y pretende desmarcarse de las formas centralizadas de administrar la hipermediación. De ahí el protagonismo ganado por las formas de administración descentralizadas como Wikipedia o Napster, o aquellas que introducen diversos grados de aleatoriedad como Google.

Algunas formas de llegar a informaciones útiles son casuales, mientras se buscan otras informaciones (como usuarios, a menudo sentimos no poder cortar y seguir hilos impredecibles sin relación directa con la búsqueda inicial). Las bases de datos no son sólo formas de almacenamiento de archivos, sino repositorios de materiales que alteran la cultura mediática a través del keywording y el uso intuitivo de los descriptores.

Precisamente esto es lo que señala Michele Weldon, bajo el subtítulo Keyword as context: “con la era digital las noticias pasaron a ser commodities; el enfoque se pierde cuando la historia es tomada por agregadores del tipo deYahoo! News o MSNBC, o por news feeds como NewsGator, o por sitios temáticos e ideológicos como Alternat.org, oCyberjournalist.net.” (Nieman Reports – Spring, 2010).

El antiguo orden secuencial fue sustituido por la lógica aleatoria de las bases de datos, un orden que comandan centenares de millones de usuarios y que lleva a que la cultura deje de “tener un carácter primordialmente rememorante, recuperador, para derivarse a una dirección productiva, relacional” (Brea, 13).

V – NYT y HP, dos formas de administrar el hipertexto en 4 ejemplos

El New York Times y el Huffington Post se diferencian en casi todo; en sus historias, objetivos, principios y metodologías, pero hay una excepción, se asemejan en la forma centralizada en que responden a sus respectivas audiencias.

El HuffPost surge como un blog en 2005 dedicado al análisis político y en febrero de 2012 se ubicaba tercero en el ranking de la categoría News de Alexa, sólo precedido por Yahoo News y CNN Interactive. En febrero de 2011 fue adquirido por America On Line (AOL) y fundó sus ediciones canadiense y británica. En enero de 2012 fundó la edición francesa (en sociedad con Le Monde) y anunció para marzo la edición española junto a El País de Madrid.

Por su parte el NYT, fundado en setiembre de 1851, inauguró su edición online en enero de 1994. En febrero de 2012 se encontraba en la posición 5 de la categoría News de Alexa, a dos posiciones del HP.

Según el cuadro precedente, el NYT que se encontraba en proceso ascendente en marzo de 2011 (el 28 de ese mes cerró parcialmente sus contenidos en la modalidad freemium), habiendo llegado a más de 38 millones de usuarios únicos mensuales, se retrotrajo bruscamente, mientras que el HP –que en febrero fue adquirido por AOL- registraba el proceso contrario, comenzando un ascenso sostenido que lo condujo a los 36,6 millones de usuarios en mayo de 2011. A continuación, presentaré 4 casos que exhiben disparidades invariantes en el manejo de la hipermediación por parte del NYT y el HP.

Ejemplo 1: el HP obtiene más comentarios que el NYT en notas tomadas del propio NYT. El HP introduce un nuevo problema para el periodismo: el de los medios que utilizan abiertamente materiales de otros medios. Si bien el HP realiza las correspondientes remisiones, sus procedimientos informáticos –su forma de utilizar y entender el hipertexto- no impiden que los comentarios se realicen en la propia plataforma del HP.

El HP genera entre seis y 10 veces más comentarios que el NYT con los propios artículos del NYT. Mientras el NYT acompaña cada título de su portada con un copete específico, que puede emplear entre 5 y 30 palabras, destinado a presentar cada información y que no coincide con el primer párrafo de la nota, el HP resuelve esa función en un segundo nivel de lectura que denomina Quick Read, de unas 100 palabras copiadas hipertextualmente del artículo que agrega.

A las 5,39 PM del 5 de enero de 2010, el HP titulaba su edición: THIS YEAR’S HOUSING CRISIS. El texto correspondía al principal editorial del NYT de la fecha, que se titulaba exactamente así. El link del tema principal del HP conducía al NYT, donde la nota tenía a las 7,03 pm, 117 comentarios, mientras que en la portada del HP, a la misma hora había recibido 611. Es decir que el agregador recibe casi 6 veces más comentarios que el NYT, con la nota del propio NYT. Para leer la nota completa, el lector debía seguir el link al NYT, pero por alguna razón, había más comentarios en el HP que en el NYT (ver anexo con la portada del HP y el editorial del NYT).

Ejemplo 2: el manejo de la imagen en el NYT y el HP. Las diferencias vuelven a ponerse de manifiesto en el manejo de las imágenes:

a) Ubicación en el espacio. Tanto en el HP como en el NYT, la imagen principal ocupa el lugar inmediatamente inferior al logo. Pero mientras en el HP ocupa todo el ancho de la portada, en el NYT lo hace en dos de las cinco columnas.

b) Dimensión y lugar que ocupa la imagen principal en el diseño general. 337 x 250 px son las dimensiones de la foto de portada del NYT; 900 x 407 px, las dimensiones de la foto principal del HP. Es decir que la imagen principal del HP supera a la del NYT en 267% en el ancho y 63% en la altura.

c) Cantidad de imágenes en el conjunto de la portada. La portada del HP contiene 39 imágenes que acompañan otras tantas noticias, de 260 x 190 px. En el NYT hay otras 4 imágenes de 75 x 75 px. Otras 5 de 151 x 151 px. Una de 163 x 100 px. Otras 4 de 75 x 50 px. (la observación corresponde al 8 de enero, 2010, a las 5,30 PM, pero en 2012 se mantienen esas tendencias). El NYT incluye 15 imágenes para 121 noticias en la portada, es decir que 106 informaciones carecen de imagen. O sea, 12,4% de las noticias están acompañadas de imagen. En el HP hay 102 noticias en la portada, de las cuales 39 (38%) están acompañadas de imagen. Una nueva observación realizada el 12 de enero de 2012, corroboró el uso de la imagen de acuerdo al siguiente cuadro:

                              Manejo de la imagen en el NYT y el HP

 

The Huffington Post The New York Times
Cantidad de imágenes en la portada                    93                    38
Imágenes q’corresponden a avisos                      1                     9
Cantidad de títulos en portada                  126                  131
Títulos ilustrados – porcentaje

(excluye avisos)                 73,01 %                 22,13 %Imágenes medidas en pixeles               3.567.744               584.317Peso informático de imágenes             1.162,3               470,2 Kb

Es decir que mientras el NYT incluye en su portada 5 títulos más que el HP (+ 3,97%), el HP lo supera ampliamente en cuanto a la cantidad de imágenes (93 frente a 38, de las cuales 9 correspondían a avisos, por lo cual las imágenes del NYT en la portada se reducen a 29, o sea: + 317 %). Mientras el HP ilustra el 73% de sus títulos, el NYT lo hace en el 22%. Se mantienen los rasgos observados hace dos años: en el HP prevalece ampliamente la imagen por sobre el texto linguístico, mientras en el NYT ocurre exactamente lo contrario. Actualmente, el mercado de los principales diarios digitales del mundo está empezando a seguir esta tendencia visual, cuyo exponente máximo es la red social Pinterest, que en febrero de 2012 revela 11 millones de usuarios y que ilustra todas sus historias con foto en la portada.

d) Por la superficie total que ocupan las imágenes en la portada: las 15 imágenes del NYT (1 principal más 14 secundarias), ocupaban el 8 de enero de 2010, 252.055 px., mientras que las 40 del HP (1 principal y 39 secundarias), ocupaban una superficie de 2.292.900 px. El HP tenía casi 10 veces más superficie ocupada por imágenes, pero si bien su visualidad privilegia la imagen, sus ilustraciones no suelen ser actuales ni testimoniales. El NYT privilegia el texto lingüístico y subordina el papel de la imagen en la visualidad, y por eso mismo se trata de imágenes testimoniales.

La nueva observación del 12 de enero de 2012 ratificó la tendencia, al incrementarse el espacio dedicado a la imagen en la portada de ambos medios: 3.567.744 de pixeles el HP (+ 56% respecto a 2010), y 584.317el NYT (+ 132% respecto a 2010). Si excluyéramos las imágenes correspondientes a avisos, la superficie ocupada por imágenes se reduciría a 3.492.744 pixeles para el HP y a 327.630 pixeles para el NYT. La relación es de 10,7 veces más superficie ocupada por imágenes que ilustran títulos en el HP que en el NYT.

e) Equilibrio entre imagen y texto lingüístico. Con abundantes imágenes de gran dimensión, letras mayúsculas para el título principal, tipografía de diferentes colores, el HP privilegia el impacto gráfico. La visualidad del NYT parece dirigirse a lectores, dada su utilización de imágenes pequeñas y escasas y mucho texto lingüístico; una tipografía uniformemente azul con pocas excepciones. Para los copetes el NYT emplea letra gris clara.

Ejemplo 3: la portada del HP rota 5/6 veces al día; el NYT hasta 25 veces. Si bien el espacio que el HP dedica a las imágenes en la portada supera en más de 10 veces al del NYT, en éste, la imagen y el título principal, rotan entre tres y cuatro veces más que en el HP. La imagen no cumple la misma función en uno y otro medio, ya que el núcleo periodístico tradicional de referencia del NYT, basado en la amplitud temática, y en la producción propia requiere una intensa rotación del título y/o la imagen principal de la portada. Esa rotación se realiza en el NYT entre 15 y 20 veces promedio, por día, llegando incluso a rotar hasta 25 veces, como fue comprobado el sábado 17 de diciembre de 2011.

Ejemplo 4: diferencias en la construcción de la serialidad. El homicidio múltiple de Fort Hood (5 de noviembre de 2009) y el escándalo Tiger Woods, fueron dos construcciones seriales del NYT y el HP que ilustran disparidades invariantes sobre el tipo de serialidad que ambos privilegian.

El NYT y la construcción del “Homicidio múltiple de Fort Hood”. El 19 de noviembre de 2009 a las 5,47 PM (Anexo, NYT Nº 3) y a las 6.33 PM (Anexo, NYT Nº 4), el NYT titulaba: “Lawmakers calls Ft. Hood Attack Terrorism” e ilustraba con foto de ex funcionarios ante el Comité del Senado “Homeland Security and Government Reform”.

A la misma hora, la portada del HP (Anexo HP Nº 7) mostraba al ex alcalde de Nueva York, Rudolf Giuliani, anunciando que competiría por una banca en el Senado en las elecciones de medio término de 2010. La ilustración remitía a la revista TIME, y el artículo al diario New York Daily News.

El HP no siguió el tema del homicidio múltiple de Fort Hood en el Senado, pero sí lo hizo con gran despliegue el día en que ocurrió el 5 de noviembre de 2009 (Anexo HP Nº 2) y subsiguientes. Cuando ingresó al Comité del Senado, no lo incluyó siquiera como tema secundario, pese a que empezaba a considerarse el caso como parte de un plan terrorista internacional. Es decir que lo jerarquizó en su fase masiva, y rebajó su importancia e incluso lo eliminó de la agenda, cuando el tema ingresó en la fase de mayor exigencia atencional.

El NYT lo siguió en todas las instancias desde el principal lugar de la portada. El 21 de noviembre, el HP reintrodujo el tema “Fort Hood” en la portada, con foto del psiquiatra militar involucrado (Anexo HP Nº 8), informando que sus e-mails evidenciaban el plan terrorista. Las Fuentes: The Washington Post y AP: “Associated Press writers Devlin Barreto and Hielen Sullivan contributed to this report”. Los links conducían a diferentes medios: NY Daily NewsABC News (10/11), GawkerAtlas Shrugs (blog de Pamela Geller), Times Online y nuevamente ABC News (19/11).

El editor del NYT no debió reintroducirlo porque su seguimiento no se había interrumpido. Su postura editorial consiste en atribuir conocimiento y preocupación a su lector, y por tanto le suministra información detallada y exigente, con ilustraciones gráficas pormenorizadas y sucesivas. Construyó el acontecimiento “Homicidio múltiple de Fort Hood” publicando 66 notas según esta secuencia: el 6 de noviembre de 2009 (5 notas), 7 (20), 8 (6), 9 (4), 10 (4), 11 (3), 12 (2), 13 (4), 14, 16, 19, 22 (2) y 24 (2), el 7, 24 y 25 de diciembre (2) y el 16 de enero de 2010 (2).

El HP y la construcción del “Escándalo Tiger Woods”. El 28 de noviembre de 2009, desde el mediodía y hasta las 8,56 PM (Anexo, HP, Nº 9 y 10) en que cambió por tercera vez la portada con el mismo tema, la noticia principal de los Estados Unidos para el HP, fue el accidente de Tiger Woods y sus derivaciones sexuales, maritales, deportivas, periodísticas, jurídicas y publicitarias.

Para el NYT se trataba de una noticia del cuarto nivel en la columna central de la portada que a las 8,15 PM (Anexo, NYT, Nº 5) descendió al sexto nivel: “Tiger Woods Stays silent on Car Crash”. El 6 de diciembre de 2009, el HP publica una nota secundaria titulada: Star Jones: Tiger Woods Should Talk To Fellow Adulterer Barbara Walters. Se multiplicaban las ventanas en la columna de la derecha (Most Popular) con diversas fotos de partners de TW. El caso no abandonó en ningún momento la portada del HP, y retornó al segmento principal el 12 de diciembre de 2009 a las 00,07 PM (Anexo HP Nº 19), en que el golfista anunció su abandono del golf por un período que no determinó.

En una evidente atribución de interés a los lectores, el título tiene un guiño cómplice: OFF COURSE. Debajo del título, con letras negras: Tiger Woods Taking ‘Indefinite Break From Golf’ Alter Admitting ‘Infidelity’. La foto lo muestra solo, entre pastizales y un gesto de incomodidad y desagrado. Para el NYT, la noticia desciende al sexto nivel: “Woods Says He’ll Take ‘Indefinite Break’ From Golf”. La nota, de Larry Dorman, se publicó el 11 de diciembre, y a las 11,02 del sábado 12, tiene 178 comentarios (Anexo, NYT Nº 9). La nota se acompaña de una Timeline que abarca las primeras apariciones públicas de Woods, a los 2 y 3 años de edad hasta la actualidad. El tema no parece interesar ni al editor ni a los lectores del NYT, sin embargo, no por asignarle un segundo plano, el editor deja de construir la noticia como un episodio en medio de una carrera excepcional.

Bajo el subtítulo “Women linked to Tiger Woods”, el HP incluye 15 links a diez de las mujeres que dijeron mantener relaciones con el golfista y a partir del 11 de diciembre de 2009 le adjudica una BIG NEWS PAGE, un formato creado por el HP para concentrar la información acumulada sobre un determinado tema. Es una modalidad creada para dar cuenta de aquellas informaciones que el HP quiere dimensionar. El impacto del caso devino de la relevancia del deportista y de la avidez por mayor visibilidad de sus partners, elementos funcionales a la estrategia de construcción del suceso como escándalo.

 

El HP y el NYT se parecen en la relación centralizada con el usuario: La asimetría de utilizar a su favor la potencia mediática de los bloggers, pero relegarlos como usuarios en las redes sociales, queda demostrada por un estudio sobre el uso de Twitter por parte de 13 medios top, realizado entre febrero y octubre de 2011 por el Pew Research Center’s Project for Excellence in Journalism and George Washington University’s School of Media and Public Affairs.

El estudio, que examinó 3.600 tweets durante una semana, reveló que los medios utilizan Twitter de una manera limitada y ante todo como una forma de divulgar su propio material. La incorporación de contenidos provenientes de fuera del medio es excepcional. El Nieman Journalism Lab dio cuenta de este estudio el 14 de noviembre de 2011, en un artículo firmado por Megan Garber, titulado: “¿Twitter hace posible la conversación? Actualmente, la mayoría de los medios utilizan el servicio como una glorificación del RSS feed”.

A continuación, una síntesis de los siete gráficos del estudio realizado. Según el cuadro (Nº 1), el 93% de los posts ofrecen links a las noticias de los propios medios que emiten los tweets.

El NYT es el segundo medio de los 13 analizados (Cuadro Nº 2), en enviar tweets institucionales (81 en una semana), mientras que funge en tercer término (Cuadro Nº 3) en el envío de tweets por parte de sus redactores (391 en una semana). El Times está a la vanguardia entre los diarios que utilizan las redes sociales, pero dista mucho de formalizar su consigna de que en las redes sociales comienza la conversación.

De hecho, el considerar al discurso de la información como un conversación entre el editor y los lectores, es por el momento una noble intención. El cuadro Nº 4 ilustra que, pese a todo, los usuarios crecen rápidamente desde las plataformas de las redes. El cuadro Nº 5 revela que “menos del 1 % de los tweets del New York Times, del 3% de los tweets del Washington Post y del 3 % del Huffington Post, solicitan información a sus seguidores”.

El cuadro Nº 6 da cuenta de la enorme diferencia existente entre el comportamiento de los lectores del NYT y del HP. Mientras que en aquel el tweeteo obedece a 100 % de tweets sin ningún retweet, en el HP los porcentajes son 75 y 25 % para retweets. Esta actitud de sus followers podría interpretarse como de mayor consustanciación de los usuarios con el medio y por tanto coherente con la política de construcción de comunidad del HP. El cuadro Nº 7 revela también el escaso uso que hacen tanto el NYT (2%) como el HP (5%) de una herramienta del tweeteo como son los hashtags. Al respecto dice el informe del Nieman que “una de las grandes virtudes de las herramientas digitales es su capacidad no sólo para conectar a personas con otras personas, sino también, para conectar a las personas con las organizaciones, e idealmente, también a la inversa. Sería bueno que los medios pensaran –en su aproximación a las redes sociales- un poco menos en la distribución y un poco más en la conversación” (Nieman Journalism Lab, 14 de noviembre, 2011).

Probablemente sean los propios usuarios quienes vuelvan a guiar a los medios también en este campo ignoto.

Cuadro Nº 1

Cuadro Nº 2

Cuadro Nº 3

Cuadro Nº 4

Cuadro Nº 5

Cuadro Nº 6

Cuadro Nº 7

VI – Conclusiones

La interrupción de dos milenios de hojeo y varios siglos de orden secuencial a partir de las hipermediaciones, ha introducido cambios de porte en la discursividad de la información y modifica la relación con el conocimiento.

Texto y autor han perdido centralidad y correlativamente, un nuevo poder se ha desplazado hacia el usuario que “lee” en formas, horas y actitudes diferentes. Incluso se utiliza la expresión “captar un contenido”, en lugar de leer un contenido (Jean Francois Fogel, citado por Sandra Valdettaro, 213).

La noticia a su vez, dejó de ser la unidad informativa en un marco de agregadores que resignifican los textos –parcial o totalmente- en nuevos contextos impredecibles. El Huffington Post, por ejemplo, utiliza editoriales del New York Times, incluso para titular sus ediciones, y lo que inicialmente fue el abordaje profesional de un analista económico puede devenir, en el nuevo contexto, en plataforma de apoyo a la campaña del agregador en contra de los Big Four(una especie de cruzada del HP por la regulación de los bancos; ver p. 9).

En otro cambio sustancial, la noticia dejó de ser el material desechable con que se condenaba al “diario de ayer”; las bases de datos pueden reactualizar su interés incluso años después (numeral III) con consecuencias impredecibles.

La hipermediación inaugura una época en que la inteligencia colectiva también gravitará en la transmisión del conocimiento (lo que Lévy llama “desterritorialización de la biblioteca”), que ya no se realizaría mediante “soportes separados proporcionados por intérpretes o sabios”.

“Si las viejas formas de pericia operaban mediante disciplinas aisladas, la nueva inteligencia colectiva es una labor de retales entretejidos a partir de múltiples fuentes, a medida que los miembros comparten lo que saben, creando algo mucho más poderoso que la suma de sus partes” (Jenkins, 168).

Es este cambio cultural el que explica las previsibles tensiones actuales entre las exigencias de los usuarios y las restricciones de los medios. Mientras el periodismo tiende a dejar de ser una profesión exclusiva de elites, los usuarios multiplican su experiencia dentro y fuera de los medios, en base al principio del peering, consistente en que “el mejoramiento del contenido se produce mediante la revisión de los pares”, De ahí la pertinente pregunta de Igarza, (187) acerca de si la blogosfera no debería considerarse una prolongación de la agenda pública.

La agregación y la incorporación de los usuarios a la producción de información, introduce inevitablemente zonas de ambigüedad para las cuales el periodismo clásico carece de respuestas. Algunas de ellas se ponen de manifiesto en la dura competencia entre el NYT y el HP que expresa sus respectivas macrodecisiones discursivas, pero al mismo tiempo permite advertir los caminos posibles por los cuales discurre la innovación en las etapas iniciales del ciberperiodismo. Recientemente la confrontación llegó a los estrados judiciales por una denuncia del NYT de plagio en el título de un exitoso blog.

Como se describió en este trabajo, el NYT se caracteriza por la producción propia y una alta rotación de sus ediciones, basada en la objetividad clásica. El HP se basa en prioridades temáticas fijadas a priori, sin producción propia, y contenidos alimentados principalmente en base a la agregación con baja rotación de sus ediciones y escasa atención a principios clásicos del periodismo.

Ambos medios difieren en múltiples aspectos relativos a sus retóricas visuales, desde el tamaño de las imágenes y el cuerpo de letra de sus títulos hasta el carácter de las imágenes (testimoniales o no) y los vínculos establecidos entre imagen y texto lingüístico.

También se comportan de modo diferente en la agilidad de sus niveles de lectura, en la construcción de la serialidad e incluso en su adhesión a principios de la deontología clásica como el derecho de autor. El HP no acredita buena parte de sus fotos y su Quick Read plantea el problema de los límites de la agregación, por cuanto el centenar de palabras que toma del medio original e inserta informáticamente en su propia web, posibilita, entre otras cosas, que el agregador reciba más comentarios que el medio productor de la información.

La hipermediación abrió posibilidades insospechadas para el discurso de la información, que los usuarios, con su nuevo poder, llevan intuitivamente tan lejos como pueden, hasta proponer escenarios que los medios resisten o a los que se adaptan con modalidades problemáticas como la agregación. Probablemente, como en la industria discográfica, el criterio de racionalidad que satisfaga a las partes sea un nuevo formato de consumo que demuestre eficiencia y rentabilidad. En esa búsqueda, cuya transición seguramente será prolongada y conflictiva, quizá convenga recordar la advertencia de Dominique Wolton (361) de que está en juego “la confianza del público, que sigue siendo la única fuente de legitimidad”.

 

 

Bibliografía

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